¿Qué me queda por hacer hoy...?

Heineken me lo ha recordado hoy. Antes de explicarme y aclarar el recordatorio de Heineken (¡gracias!), como es buena costumbre, una breve introducción.



¿Sería generalizar en exceso si digo que a todos nos gustan las listas? Puede ser, no sé, el caso es que a mí sí me gustan las listas, ese toque de orden y concierto en aspectos que quizá a veces no están precisamente ordenados. Lo malo es que como con otras cosas, tengo listas por ahí perdidas en papel escritas a mano. Sí, lo sé, las malas costumbres. Tengo listas de películas que tengo que ver, películas que ya he visto y que me han gustado especialmente (por si un día me apetece repetir), libros que he leído (incluso algunos con fechas de inicio y fin), cds que tengo que comprar por ebay... y listas de cosas así. Y se pueden hacer listas de muchas cosas, más o menos superficiales. Quiero decir, está la típica lista de "cosas que hacer antes de morir", y por aquí va el tema del post de hoy.

Cerca de casa de mis padres han puesto un anuncio gigante de Heineken. Simplemente sale una botella (¿o una lata? qué mala observadora soy..) y una frase:

Cosas que hacer antes de morir: vivir

Me ha encantado. Les haré caso. Aunque me acabe de tomar una mahou... ups!