viernes, 30 de octubre de 2009

Hablaré sobre mí

Hoy voy a contar una pequeña curiosidad sobre mí. Sobre mi vida. Vale, sobre MI percepción sobre mi vida.

Nunca me ha resultado difícil encontrar paralelismos y extraer conclusiones peculiares a partir de acontecimientos vividos, es más, diría que tiendo a ello. Desde pequeñas cosas cotidianas hasta situaciones globales, como la que apunto a continuación.

Me refiero a la época de mi vida comprendida entre los 8 y 16 años, más o menos. Llegué a una conclusión un tanto ... extraña. Siempre he sido maniática pero por aquéllas lo era de una forma estrambótica. Por ejemplo, sentía una verdadera antipatía por todo número o cosa que fuera impar y al contrario, los números pares para mí tenían todas las connotaciones positivas posibles. Vamos, que me encantaban los pares mientras que los números impares me daban mal rollo. Ejemplificando, si tenía que hacer los deberes de mates y tocan divisiones, la última que resolviera debía dar un resultado par. Si daba impar, pasaba a la siguiente.

Así que, en estas estaba yo cuando me doy cuenta de algo para mí asombroso y que marca definitivamente mi aversión hacia los números no múltiplos de dos. Con 14 años o algo más, tomo conciencia de que los últimos cuatro años han sido años alternos de insomnio y no insomnio. Es decir, empezando por un año de absoluto insomnio, comienza el siguiente año y el insomnio desaparece. Termina este buen año y de nuevo vuelven los problemas de sueño. Y así, sucesivamente, año tras año. Y, ¡qué curioso! porque coincidía que los años en los que dormía mal eran siempre los impares. Y cuando hablo de dormir mal, hablo de no poder dormir hasta las 2 ó las 3, algo que para una niña pequeña no es agradable.

Con el paso del tiempo, en lugar de acentuarse el problema, éste desapareció. Probablemente fuera algo casual pero para mí tenía su razón de ser y en ella sigo.


Dando gracias a que nací el 28 del 4 (el año no lo digo, aunque las dos últimas cifras también son pares :) )

1 comentario:

  1. Es curioso. Yo tengo también una fijación con los números, pero no con los pares o los impares. En general me gustan todos. Me gusta buscarles propiedades o características propias. Me gustan los números primos, los cuadrados o cubos perfectos, los números de la sucesión de Fibonacci...

    El otro día una amiga me recordaba que cuando la felicité por su 37 cumpleaños en un correo electrónico le hice notar que el número 37 es un primo de los que tienen la forma 4x + 1. Pensó que estaba loco.

    Un beso

    ResponderEliminar